domingo, 30 de diciembre de 2007

Aunque...

"Aunque el frío pueda congelar la sangre, aunque el cielo caiga en lágrimas amargas, aunque el sol nos queme lentamente con los años y aunque la vida se pueda extinguir, en mi pecho siempre ha de latir el recuerdo de todo aquello que he vivido. Aquello que nació en medio del frío, con una esperanza inocente de primaveras eternas y una ilusión en el corazón que me dio abrigo todas las noches que el sueño olvido buscarme.

Aquellos sueños porfiados de felicidad y amor, de tristezas que nunca existieron, de dolores que jamas fueron y de promesas cumplidas. Allí donde nació el calor para enfrentar todo el frío de este mundo. Donde el corazón aprendió a endurecerse a fuerza de subsistir y luchar hasta morir, o morir en el intento, para renacer como un día nuevo con una esperanza por cada rayo de vida que nace con el alba.


Allí me siento a sentir, y en cada recuerdo y en cada instante, veo como mi soledad en este mundo de soledades crece... aunque el frío pueda congelar mi sangre y el cielo nos ahogue en un llanto amargo, y aunque el fuego casi eterno del sol me queme por fuera y por dentro hasta extinguir mi vida, mi alma por ser eterna existirá por siempre y en ella mi corazón siempre ha de latir por cada momento vivido. Porque aprendí a quererte, en mi alma siempre estarás conmigo."

Eduardo Stigliano.